lunes, 21 de octubre de 2019

EDULEY ACOSTA HERNANDEZ.-



Ustedes no están para saberlo, ni yo para contarlo, pero en estos días he estado envuelta en situaciones diferentes por culpa del término ‘’Mejor Amiga’’, que a mi entender está sobrevalorado, señores pero yo hasta recibí amenazas, de una persona que amo mucho, que no es mi amiga, ES MI HERMANA.

Yo entiendo que encasillar a una persona en ese término es algo irrelevante, la gente va y viene y solo el tiempo te demuestra, quien siempre va a estar ahí para ti.

Esa situación de los amigos, anda algo escabrosa en estos días, mi humilde opinión es que usted hable, valore y suelte… sin culpa.  

No quiero celos, les aviso desde ahora, pero como vieron, este articulo es de alguien muy especial para mi… quien nació un día como hoy, en una madrugada fresca de otoño, es que ella es así de impaciente se le adelanto al sol… de un año que no voy a citar aquí, para que no me reporten la cuenta –juzgue usted-.

Ella es la orgullosa madre de Jullian Omar, también es hija y hermana, pero principalmente es mi amiga.

Es una persona que conocí en circunstancias muy particulares, con la que comparto desde tipos de cerveza hasta gustos musicales, carrera profesional, mes de cumpleaños, amigos irremplazables, historias incontables, en fin.

Recuerdo que, en uno de sus cumpleaños le dedique, A Mis Amigos, de Alberto Cortez… es una canción digna de regalar a esas personas que uno encuentra a lo largo de su vida y que son capaces de hacer que tu corazón sonría, aun en los momentos más difíciles.

La amistad es un barco frágil y solo si el capitán y el timonel van guiados por el corazón, sobreviven las tempestades, no hay que comprenderse siempre, pero si amarse… y el amor cubre multitud de faltas.


Eduley te saca una carcajada en el momento más inconveniente, porque ella no es de esas personas con las que te puedes sentar a llorar a mares, y esto hace que la descuide un poco, cuando no puedo medir la gravedad de la situación, por sus burlas.

En un Diplomado que hicimos juntas, al momento de la presentación, fue necesario advertir a nuestros compañeros que reímos por todo, es que ya nos hemos ganado algunas miradas atravesadas… porque la gente se toma la vida demasiado seria… como si fuéramos a salir vivos.

Cuando aborde a Eduley sobre su hora de nacimiento, sospechó que algo tramaba, ¡y Si!  Era este escrito, porque quiero regalarte algo que, aunque yo falte, o la vida nos aleje… siempre puedas volver a leer y sepa cuanto le admiro.

Estos dias pasó algo que marcó mi vida, hicimos un ejercicio terapéutico, donde debíamos imaginar a nuestro Juez Cruel y a nuestro Juez Bondadoso, fue una sorpresa para mi saber, que además de ser el Juez Cruel de Eduley, era también el Bondadoso… siendo honesta,  no recuerdo con claridad muchos actos de bondad de mi parte.

Ella en cambio, sabe cuándo dejarme ir y cuando correr a mi lado y siempre voy a estar agradecida de Dios por ella… por llevarme al café y todo lo bueno que eso ha significado para mi vida.

Los legalistas deberían recordar a Eclesiastés 4:10 –y cito-

Si caen, el uno levanta al otro.
¡Ay del que cae y no tiene quien lo levante!








Yo he querido salvarla pero he sido muy dura,  porque he visto las cosas que le hacen y que ella se hace,  la he visto lamer sus heridas y seguir, quisiera poder decir, que siempre he estado ahi, pero no es asi, te hemos juzgado y he querido obligarla a levantar los pies… se me olvida que nada se puede hacer en ti... sin ti y que a veces a los amigos no hay que intentar cambiarlos, simplemente limitarnos a quererlos como son.


Eduley, es la persona más resiliente que conozco, es un ser humano maravilloso, tiene miles de motivos para llorar, pero siempre elige sonreír, tiene un corazón enorme, desprendido, incapaz de guardar rencor… míranos aquí, después de tantas cosas.

Yo deseo sinceramente, que la vida le sonría, que siempre tenga algo que hacer, alguien a quien amar y que sea amada… que de una vez por todas, deje de comprar amores con espinas, porque no es lo que merece,  y que cuides tus estrellas.

Feliz Cumpleaños Esduleeeer, Te Amo Mucho.


sábado, 12 de octubre de 2019

¡PREJUICIO!


De una manera resumida, podríamos decir, que el prejuicio es una idea preconcebida y por lo regular negativa, sobre algo o alguien.


En un contexto más amplio, les puedo contar del ataque que sufrió una amiga al salir de su peluquería, por alguien a quien llamaré amablemente –la desubicada-.

Pues resulta que la desubicada, intentó exorcizarla al ver su corte de cabello, desde su ignorancia pensó que mi amiga era alguna embajadora de Sodoma y Gomorra,  sin saber, que es una dama, hermosa por demás, de corazón noble, que ha criado cuatro hijos maravillosos y tiene una familia respetable, bendecida por Dios.

Entonces dijo Dios; Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza. Génesis 1: 26

Cada día confirmo que hemos tomado este versículo, seamos creyentes o no, y nos hemos dedicado a juzgar a los otros desde nuestra absurda perfección.

A estas alturas, Dios debe estar lleno de tatuajes, tener pelo trenzado y cantar trap, que se yo… vístelo como prefieras, hasta puede cantar bachata, simplemente no imagino a un Dios de túnica y sandalia, que rechace a los que no estén en esa moda.



Use mi foto para este escrito sobre el prejuicio, porque nadie es tan buen@ como yo, criticándome… por mucho que lo han intentado, mi cara expresa, lo mucho que me preocupa #gracias.

Recuerdo la primera vez que me aplicaron el Inventario de Creencias, como profesionales de la conducta, es oportuno medir, que tan arraigadas están nuestras posturas, para brindar un servicio eficiente a los usuarios, y sobre todo sin prejuicio.

Qué pena que no se puede aplicar a todos, porque como la desubicada, hay millones de Vulgares Legalistas que juegan a ser Dios, pero incapaces de practicar su amor por los demás, ese amor que cubre multitud de faltas.

Como el conflicto, los prejuicios son inherentes al ser humano, parecemos estar programados para inferir sobre todos y todo lo que nos rodea.

Quisiera decir que el prejuicio es una discapacidad, pero las asombrosas historias de personas con limitaciones, me hace invalidar la comparación. 

Lo cierto es, que quien se deja ganar por sus prejuicios, ya está perdiendo. Pierde relaciones importantes, pierde aprendizajes significativos, pierde oportunidades de crecer en cualquier ámbito de la vida, pierde la capacidad de experimentar nuevas experiencias, en fin, pierde y pierde.

Pocas cosas hay tan limitantes, como el prejuicio, simplemente por nuestra incapacidad de darle una oportunidad sincera a los demás.

Se de muchas amistades, que han iniciado con un, ¡tú me caías TAN MAL!

A veces se termina siendo incapaz de reconocer lo bueno que hay en nosotros, solo porque cargamos con el lastre de parecernos a algún familiar directo, y según el prejuiciado, repetiremos  su historia.

El no ser profeta en su tierra, viene del prejuicio que hacemos al creer conocer a esa persona, y obviamos todo el mensaje,  enfocamos en las debilidades.

Todos tenemos una historia, que te da el derecho de pensar que la tuya es mejor que la mía.

Es bueno que sepas que nadie puede predicar, sobre lo que no ha vencido… una persona que nunca se ha casado, no te puede hablar de matrimonio, una persona que nunca ha estado en la ruina, no te puede hablar de deudas o de no tener nada, nadie puede hablarte de duelo, si no ha perdido a alguien significativo y lo ha superado… entonces, por que juzgar lo que esa persona hizo, vivió, en lugar de aprender.

A caso crees, que la persona que ignoras ¿es quién pierde? Pierdes tú, pues tardaras más en asumir la lección y cuando te toque, porque te va a tocar… quizá no sea tan bonito.

Hacemos exigencias, como si fuésemos perfectos y dueños del tiempo, queriendo poner plazos a las cosas, nada hay tan osado, como el ser humano, que planea el día siguiente, sin la certeza de que lo vera.

Nos juzgan, por no lograr determinadas cosas en un determinado momento de la vida, obviando el hecho de que todo tiene su tiempo bajo el sol, cada cosa va en su propio ritmo, y sentirnos retrasados o adelantados, es solo una percepción absurda de un poder, que no tenemos.

Que esto no sea una excusa para el conformismo, pero el tiempo te da la razón, del porqué de las cosas y es cuando puedes reconocer, si te equivocas al hacer inferencias.

Hay que ver que tanta valentía tienes de admitirlo y reconsiderar… hasta la otra.