Hoy
me paso algo muy particular, tengo la buena costumbre de no llegar a las casas
de mis amigas sin avisar (por muy a la orden que me la pongan) y tengo una
colega que me ha rechazado varias insinuaciones relacionadas con café, lo que
es prácticamente un insulto a mi persona.
Como
se imaginaran me hice la ofendida y puse mi querella, esto trajo como
consecuencia que mi indefensa amiga mostrara su necesidad de compañía, a pesar
de haberme cerrado la puerta… después de decirle tres verdades, como me
caracteriza… violente mi protocolo y me aparecí en su casa, a tumbar la puerta
y sin celular, pues iba dispuesta a escuchar.
Algunas
señales de auxilio con frecuencia nos pasan desapercibidas, hay gente que anda
necesitada de hablar y desahogarse, otros en cambio al oír la realidad de los demás ven
que hay esperanza, que no es el fin.
Y como le dije a mi amiga, hay que darnos permiso para pedir ayuda, para llorar... tenemos derecho a sentirnos vulnerables en un determinado momento de la vida.
Tenemos
que entender, que un mismo problema tiene diferentes magnitudes, todo va a
depender de la resiliencia de cada persona.
A
veces alguien se acerca a nosotros, pidiendo ayuda entre líneas, pero estamos
tan ocupados, que no somos capaces de ver su necesidad, a veces nos sentimos
muy cansados para hacerlo, o quizá entendemos que nuestro problema es mayor y
no andamos lloriqueando… pero… abrir tu puerta puede ser la diferencia en la
vida de esa persona.
He
escuchado a muchos decir… él/ella dijo que quería hablar conmigo y nunca cuadramos…
pero ahora ya no está.
Por
eso es que NO todo el mundo puede ser terapeuta, ni el psicólogo de su familia... yo creo fielmente en la
importancia de la empatía, más que cualquier acreditación.
La
universidad no te enseña a conectar con las personas, a escucharlos, respondiendo
y también callando… a darle importancia a lo que tienen que decir, a no citar
dificultades de otros para hacerte sentir menos miserable, porque cada quien
tiene su propia historia de vida.
–Seamos Siempre Éticos-
Escuchar,
comprender, conectar, abrir tu puerta puede hacer la diferencia entre la vida y
la muerte de otra persona y por mi experiencia te puedo decir, que si te
arriesgas a recibir a esa persona, en medio de tus dificultades, también serás
beneficiado… nadie sale igual de un encuentro sincero.
..........Ahora,
tampoco dejes de ser cuidadoso de ti mismo, no te vayas a poner una capa de súper
héroe PORQUE NO TODO EL MUNDO QUIERE SER SALVADO, hay gente que no se les llena
el vaso aunque le pongan una tubería independiente, seamos objetivos.
No
vayan a pensar que me canto y me lloro, es supervivencia… Hasta La Otra!!!