Hace
algunos años asistí a una reunión de chicas, con toda la temática de los 50´s. La
intención era revivir esa época donde éramos consideradas un adorno más del
hogar, limitadas exclusivamente a la crianza de los hijos y atención al marido.
Al
mirar en retrospectiva es una satisfacción nacer en esta época, donde tengo la libertad
de defender mis ideas y luchar por mis sueños.
Hoy
podemos estudiar la carrera que deseamos, vivir, vestir, trabajar, conducir el vehículo
que este a nuestra disposición y aunque somos libres e independientes, ahora la
sociedad ha encontrado otra arma poderosa para esclavizarnos… Nuestras Emociones.
Fisiológicamente, las mujeres somos más propensas a la depresión y otros trastornos, somos vulnerables emocionalmente, porque por mucha independencia que hemos logrado, todos necesitamos afecto, protección y compañía.
Pero
cuando no sabes estar sola… eres victima de llenar ese espacio con cualquier
cosa.
Recibir
amor es una necesidad de todo ser humano, las mujeres la externamos más, porque la mayoría de los hombres –y lo digo
con mucho respecto, apreciado lector masculino, varón, macho alfa lomo
plateado- SON ANALFABETOS EMOCIONALES.
En
su defensa diré, que la influencia machista en la que han crecido la mayoría de
ustedes, los ha moldeado en esa dirección y que va a costar mucho esfuerzo, sudor y
lágrimas, RE-EDUCARLOS, cada día mas mujeres desertamos de esa labor… así que presten atención.
Las mujeres debemos aprender cada día a colgarnos nuestras medallas, ver todo lo bueno que tenemos, y abrazar esa amiga que nos lo muestra cuando nosotras no podemos… Convertirnos en Nuestra Prioridad, mirarnos más al espejo y amar cada una de nuestras virtudes y defectos.
Las
mujeres debemos defendernos entre nosotras, no socavarnos cada vez que tenemos
oportunidad.
Debemos
darnos el tiempo de sanar, y decir adiós a quienes no se quedan en nuestra
vida, por infinidad de razones. Hay personas que tienen propósitos específicos…
y no siempre será quedarse, y entre más rápido lo entendamos, mejor será para
nuestra alma.
La mayoría de las mujeres somos muy buenas para expresar nuestros sentimientos, pero esto no significa que los entendamos, que podamos reconocer las emociones que NO NOS HACEN BIEN, las que necesitamos erradicar… tenemos que prestarnos más atención y estar listas para esta nueva batalla por nuestra Libertad Emocional.
Escribo
en este día, con agradecimiento eterno para las mujeres que pelearon por los
derechos que hoy disfruto… y me perdono por todas las batallas que he perdido…
hasta la otra.
