Este día quiero felicitar a todos los profesionales de la
conducta que hacen un ejercicio apegado a la ética y por supuesto a la ley
22-01, la cual crea el Colegio Dominicano de Psicólogos, quien regula el
ejercicio de la profesión, en República Dominicana.
Pero también felicito a todos los que estamos en el camino, con la claridad suficiente para
elegir la rama donde podremos desarrollar todo nuestro potencial, a ustedes, un
abrazo especial.
Hago la salvedad, de a quien estoy felicitando, porque ahora
con todos estos discursos de empoderamiento y superación personal, de coaching
y demás hierbas aromáticas, cualquiera se anda creyendo terapeuta o consejero.
******************Ni hablar de los que hacen un cuestionable
ejercicio de la profesión.****************
Durante la disertación del profesor De La Rosa, sobre
Inteligencia Emocional, en el 1er Simposio de Psicología en mi provincia,
puntualizaba que las emociones no son
malas, son solo mal administradas por nosotros, en vista de que es
perfectamente normal sentir tristeza, enojo, sorpresa, aversión y alegría, pero,
es nuestra responsabilidad saber cómo canalizar cada emoción.
De La Rosa sugería, además de contar hasta diez, cuando enfrentáramos un evento desencadenante,
vivir al asecho de nosotros mismos y seguir la siguiente regla antes de
desbordar nuestras emociones… ¿es la persona adecuada?, ¿es el momento oportuno?,
¿hay un propósito justo?, ¿es el modo correcto?
La participación de Nicanor Rodríguez, Pte. De CODOPSI,
sobre el Ético Ejercicio De La Profesión fue más interesante todavía, pues me
siento preocupada por la postura pasiva e indiferente de algunos colegas, ante las malas prácticas.
Un amigo al cual aprecio por su sensibilidad, entiende que
debe tratarse de forma más sutil el tema de esos profesionales que hacen un mal
ejercicio… lo respeto, pero difiero rotundamente, porque mientras algunas cosas
son tratadas con pinzas, hay otros sufriendo las consecuencias.
¿Por qué a un político que es acusado de malversar dinero
del pueblo, se le puede decir ladrón en su cara, y a un psicólogo que haga una
mala práctica profesional, no se le puede hacer una llamado de atención? ES TAN
CORRUPTO COMO EL PRIMERO, INCLUSO PEOR…
El dinero se puede recuperar, pero los efectos de un
referimiento no realizado a tiempo y la falta de intervención oportuna, tienen consecuencias irreversibles.
En cuanto a la Ley 22-01, en un primer lugar se educa al profesional sobre
las causas y consecuencia… si este no se acoge, debe venir la segunda parte
donde se aplica una penalización por incumplimiento de la misma.
Por lo que, era el público adecuado, era el momento
oportuno, el propósito era más que justo y el modo fue correcto… pues una intervención
poco asertiva, es más amable que una penalización, encarcelamiento y posterior expulsión…
y eso sin referirme a las consecuencia que acarreara el usuario.
Es que como decía Jung, al momento de tocar una alma, se
espera que usted sea al menos otra alma… no podemos seguir solapando la cultura
del Tigueraje y pasar paños tibios a un mal que debe ser cortado de raíz.
El Colegio Dominicano de Psicólogos, está dando los pasos
oportunos, y mientras más rápido lo asimilemos, menos traumático será.
No es momento de hacer rabietas, es tiempo de cerrar filas…
hasta la otra.